Home

 
"El zorro al cuidado del gallinero"...14.10.09 -
 
14.10.09 -

El traspaso de la cuenca del Duero a la comunidad aut?noma vuelve a surgir a ra?z de las recientes negociaciones entre el Estado y la Junta. En realidad, la transferencia de la cuenca del Duero comienza a plasmarse en las reformas estatutarias de 1999 y es ahora cuando adquiere carta de naturaleza, a la espera de que el Tribunal Constitucional deshaga el l?o de la madeja de los estatutos de autonom?a de hace un lustro y que cuenta con los r?os y acu?feros como principal basti?n a conquistar. ¿Es constitucional esta transferencia?, ¿es deseable?.
 
 
La doctrina reiterada del Tribunal Constitucional sobre aguas subraya que la territorialidad es la distinci?n b?sica la distribuci?n competencial, contando con una fuerza expansiva unida al concepto del inter?s nacional, pues incluso en asuntos plenamente intracomunitarios le corresponde la competencia al Estado si se demuestra que existe un inter?s superior. Esta doctrina no se predica s?lo respecto de los r?os, sino de otros muchos asuntos donde la geograf?a se superpone a la distribuci?n territorial del poder, como las carreteras, el ferrocarril o las l?neas de alta tensi?n. Es decir, que la reforma del r?gimen competencial en materia fluvial se topa con barreras constitucionales infranqueables, problemas que han sido reconocidos por el mismo Consejo Consultivo auton?mico. El Duero no s?lo importa a sus ribereños, sino que el resto de españoles tenemos inter?s en que recupere la vida que se le ha arrebatado tras d?cadas de degradaci?n.
 
La doctrina constitucional, el derecho internacional y el europeo, hasta el sentido com?n, se apoyan una y otra vez en el principio de la unidad de cuenca, cuesti?n que corrobora la norma b?sica en esta materia, la Directiva Marco del Agua. Esta versi?n castellano y leonesa del Estado fragmentado socava los cimientos de la distribuci?n del poder, m?xime cuando se piensa en la versi?n reduccionista del 'agua', pues en realidad se trata de territorios y ecosistemas. Con anteojeras caladas a voluntad, los promotores de esta reforma olvidan que Portugal cuenta mucho y que el objetivo de la Directiva Marco del Agua es la consecuci?n del 'buen estado ecol?gico'. Esta vuelta de tuerca en la fragmentaci?n del poder estatal har? muy dif?cil, si no imposible, cumplir con lo que nos obliga el derecho de la UE. Sobre si esta reforma es deseable, los juristas nos distraemos como niños con el examen formal de una norma, pero lo que jam?s olvidan los pol?ticos es el poder, lo que a fin de cuentas importa. As?, el primer paso es que los r?os queden reducidos a 'agua', como si La Alhambra fuera trozos de arcilla y estuco o los cuadros del Museo del Prado, lienzos con pigmentos resecos. Troceado el objeto de deseo, s?lo resta planificar su conquista final, ya que la l?gica de la acci?n colectiva y una observaci?n atenta de la realidad nos enseñan que el poder tiende a ser monopol?stico. No nos extrañe as? que el asalto a los valores comunes se plantee ya sin recato por los gobernantes de regiones que hacen gala de oponerse a las fuerzas centr?fugas.

 
Pasemos a la realidad, ¿qu? hace la Junta de Castilla y Le?n por su territorio al ejercer sus competencias? Si examinamos el bochorno de la estaci?n de esqu? de San Glorio, las clandestinas y enormes minas de carb?n a cielo abierto, la barbarie de las nuevas presas del r?o Valdavia y su dragado kilom?trico, el vandalismo de la presa de Castrovido, las presiones para evitar la caducidad de la hidroel?ctrica de Barbellido, el caos agrario del acu?fero de Los Arenales, la promoci?n de la denostada Ciudad del Medio Ambiente, la destrucci?n de pinares abulenses para urbanizaciones masivas, el caos cineg?tico, el mantenimiento de parques naturales de papel, las magnesitas de Borobia, los residuos t?xicos de Santovenia, la huida hacia delante con nuevOs proyectos de regad?o y concentraciones parcelarias que han quedado obsoletos ante la reforma de la PAC o la burla de muchas evaluaciones de impacto ambiental de parques e?licos, nos daremos cuenta de que se queda muy corto el famoso 'Informe Auken' del Parlamento Europeo sobre el incumplimiento contumaz de la Ley en España, pues tenemos que en Castilla y Le?n el zorro est? tambi?n a cargo del gallinero, se emplea el poder p?blico como fuente de rentas y se paraliza la actividad judicial. Palabras m?s graves ha empleado el Parlamento Europeo. Si a todo lo anterior le sumamos el traspaso de la gesti?n del Duero, el tremendo monopolio de poder har? que el imperio de la ley quede pulverizado en los puños de quienes tienen cautiva a la Administraci?n auton?mica, aut?ntica 'captura del regulador', expresi?n clara y contundente que desluce los oropeles del Estado de Derecho y arrumba a un s?tano ingenuas expresiones legales.

 
La Confederaci?n Hidrogr?fica del Duero padece graves problemas en cuanto a su primera misi?n, cumplir con la Directiva Marco. La vieja cultura del agua se ha hecho fuerte en los organismos de cuenca, que piensan m?s en los par?metros de hace sesenta años que con la vista puesta en el año 2015. Aun as?, hay personas que creen en la nueva cultura del agua y luchan para que la modernidad, la ilustraci?n y el nuevo paradigma fluvial se abra paso entre el subsidio de obras ruinosas, el populismo, las contratas de dif?cil explicaci?n y la falta de transparencia. No valen entonces suced?neos constitucionales con vestiduras estatutarias ni que solivianten el valor normativo de la Constituci?n con los m?s extravagantes subterfugios. El traspaso de la cuenca del Duero con estos antecedentes y con los planteamientos expuestos resultar? en la feudalizaci?n fluvial, que encontrar? coto en el Tribunal Constitucional, en el que se habr? de confiar&hellip si nos dejan.

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. POLITICA DE COOKIES